El desafío entre tradición e innovación en la Economía Creadora

¿Cómo podemos mantener la naturaleza veraz y profunda del periodismo, incluso si es tan atractivo y atractivo como los influencers?

Economía del creador: mantener la naturaleza veraz y profunda del periodismo sin dejar de ser atractivo y atractivo como influencer.
Nos encontramos ante una encrucijada, o tal vez un choque, entre dos enfoques informativos: uno directo y otro reflexivo, ambos eficaces si se combinan con experiencia.

El rápido ascenso de la Economía Creadora es una demostración tangible de un cambio profundo dentro del panorama mediático global.

Las estadísticas publicadas por Stripe en 2023 indican que más de un millón de productores de contenidos han recaudado ingresos de más de 25 mil millones de dólares, cifra que representa un aumento notable con respecto a los 10 mil millones de dólares de 2021.

Vivimos en una era de “democratización de las publicaciones”, donde todo lo que se necesita es un teléfono inteligente y acceso a Internet para ejercer una influencia significativa en la narrativa pública.

Hoy en día, las empresas no sólo lanzan productos, sino que tejen historias en torno a ellos, a veces confiando en personas influyentes para narrar y difundir los valores de la marca a través de seguidores leales.

Esta nueva dinámica crea tensiones evidentes: los periodistas profesionales deben adaptarse a un contexto en evolución, en el que los eventos de prensa ven la presencia de figuras del mundo digital que aún no están sujetas a una regulación profesional como la del periodismo.

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¿Velocidad o lentitud? ¿Superficialidad o consideración? ¿Cuál es el equilibrio correcto?

Existe un contraste entre la velocidad y la fachada superficial de la comunicación de los influencers y el análisis reflexivo, aunque más lento, que ofrecen los medios tradicionales.

Los influencers, verdaderos "catálogos vivientes", logran una resonancia inmediata entre sus seguidores, mientras que el periodismo de la vieja escuela conserva su papel como fuente de conocimiento y confiabilidad, a pesar de los cambios digitales.

El objetivo deseable es una integración entre estos dos métodos de comunicación, capaz de aportar una contribución distintiva a las empresas en términos de imagen, posicionamiento y responsabilidad social.

Por un lado, la energía y novedad que aportan los influencers; por el otro, la autoridad y confiabilidad de los canales de información tradicionales.

Por lo tanto, nos encontramos ante una encrucijada, o quizás un choque, entre dos enfoques informativos: uno directo y otro reflexivo, ambos poderosamente eficaces si se combinan con experiencia.

La cuestión que surge es cómo equilibrar estos dos universos para aprovechar al máximo sus cualidades únicas sin que uno prevalezca sobre el otro, de modo que esta cooperación pueda forjarse para garantizar que la información mantenga su naturaleza de veracidad y profundidad, sin dejar de ser atractiva y atractiva. atractivo para la audiencia.

El debate continúa y se desvelarán las decisiones que tomarán editores, periodistas, influencers y empresas

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o dar forma al futuro de la comunicación.

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