La importancia de la inteligencia emocional en las empresas de TI


Incluso en entornos con un fuerte componente tecnológico como un entorno TI, la calidad de las relaciones se traduce en grupos de trabajo ganadores. ¿Qué significa eso exactamente?

Si aprecias un ensayo inspirador como Inteligencia Emocional: Por qué puede importar más que el coeficiente intelectual de Daniel Goleman y los trabajos posteriores del autor a nivel de difusión del concepto de inteligencia emocional en la web, uno puede llevar a pensar que es posible aprender y mejorar la inteligencia emocional para convertirse en un líder o trabajador exitoso. En realidad esto es sólo parcialmente cierto.

La suposición fundamental de la psicología de orientación cognitivo-conductual es que al cambiar los comportamientos y hábitos de uno a través del desempeño de tareas específicas, también se puede cambiar el estado mental.

Este enfoque se muestra muy eficaz para el tratamiento de patologías relacionadas con el estilo de vida, como el trastorno obsesivo-compulsivo, los trastornos alimentarios, las fobias, las neurosis, etc. Interacción con otras personas sin duda se mejora a través de un cambio progresivo en el comportamiento y un aumento en las habilidades sociales.

Sin embargo, como nos enseña la historia de la psicología, ningún sistema es perfecto e inmune al fracaso. De hecho, el enfoque basado en la inteligencia emocional se pone a prueba inmediatamente ya en la primera entrevista entre el entrenador y el sujeto. Por lo general, muchas personas tardan un tiempo relativamente largo en confiar en el entrenador y llevar a cabo las tareas que se les asignan. Esto se debe en parte a la resistencia mental que cada uno de nosotros opone ante el cambio ya la motivación real que hay detrás de la elección de emprender este camino.

Por ejemplo, si la empresa obliga a un líder de equipo a realizar estas entrevistas, su motivación será muy baja. Por el contrario, si el mismo jefe de equipo sospecha que su forma de relacionarse con los miembros del equipo es incorrecta y se adhiere espontáneamente a este camino, su motivación será mayor y se obtendrán mejores resultados.

Por tanto, no debe existir una fuerza externa que obligue a una empresa a centrarse en el desarrollo de la inteligencia emocional. Más bien debes ser consciente de su importancia y debes consultar a un experto cuando notes una caída de la productividad por parte del equipo o episodios relacionados con una carga de estrés excesiva (nerviosismo, peleas, etc.).

Y no son solo los líderes: incluso si una empresa tiene un líder de equipo empático, servicial y positivo, uno podría encontrar miembros del equipo cuyas habilidades sociales y relacionales son tan limitadas que hacen que el trabajo del líder sea emocional y humano.

Esto sucede porque muy a menudo en la selección de los empleados solo se tienen en cuenta las habilidades técnicas y muy pocas las relacionales y conductuales. Al hacerlo, se corre el riesgo de incluir en un equipo a empleados que, aunque técnicamente dotados, pueden crear problemas tanto para los demás miembros del equipo como para el propio líder.

En definitiva, una empresa que opera en el sector TI debe considerar la inteligencia emocional como un criterio de evaluación de sus empleados tan importante como el técnico. De esta manera es posible resolver aguas arriba aquellos problemas relacionados con la productividad que no pueden explicarse por la mera falta de conocimientos técnicos.