En episodios anteriores nos enteramos que son las redes sociales, cómo funciona la privacidad e cual es el valor economico de un perfil en Facebook y otras plataformas como Instagram, Tik Tok, etc. Hoy hablaremos de un tema más avanzado y también más específico, a saber, el página de empresa asociada a una red social. La discusión afecta a un pequeño número de nombres, porque no todas las redes sociales prevén una distinción clara entre una página de empresa y un perfil personal. Para ser justos, podemos clasificar cada red social según el tipo de configuración que ofrecen. Tendremos así tres grandes grupos en función de la categoría a la que pertenezcan:

  • redes sociales con página de empresa y perfil personal

Las redes sociales americanas como Facebook o LinkedIn distinguen claramente, también en términos de funcionalidad, entre página de empresa y perfil personal. Esto está en el origen de forzamientos y malentendidos que a lo largo de los años, a medida que las habilidades de cada uno aumentaban y disminuían, ven la opción nociva (y contraria) de abrir una página de empresa en Facebook como perfil personal, para obtener fácilmente "me gusta". . Todavía se ven errores como este, pero son cada vez más raros.

  • redes sociales donde el mismo perfil se puede utilizar para usted y/o para su negocio

A diferencia de Facebook y otros, las redes sociales como YouTube o Twitter te permiten abrir una cuenta y administrarla de forma casi indiferente como empresa o como persona. Esto ocurre porque en estas redes sociales se acentúa mucho más el componente de marca personal: es decir, a través de vídeos de YouTube o tuits en Twitter es bastante habitual encontrarse promocionando su propia marca o proyecto comunicativo, en ocasiones casi de forma inconsciente (sí empieza como un experimentar y termina haciéndolo como un trabajo).

  • redes sociales donde no existe el perfil de la empresa

Luego hay una tercera categoría, la de las redes sociales creadas exclusivamente para los usuarios, a menudo los más jóvenes, y que han quedado ancladas en esta lógica. Un caso emblemático es el Tik Tok chino, pero en el mar de las redes sociales la lista sería decididamente larga. En estas redes sociales no sólo no existe la posibilidad de abrir un perfil de empresa, sino que la idea misma de ofrecerse como página empresarial no existe porque no tiene significado ni peso en un escenario donde la actividad principal, ver por ejemplo Tik Tok, es grabar videos de ti mismo bailando.

Cuando las redes sociales se convierten en un activo estratégico

De lo escrito hasta ahora, se desprende que las redes sociales se convierten en un activo estratégico si y sólo si están predispuestas a ello. Es decir, si están diseñados para promocionar tu negocio. Excepto en casos excepcionales, de hecho, una red social diseñada para uso exclusivo del consumidor difícilmente se convertirá en un activo estratégico. Será útil en el mejor de los casos, pero no se convertirá en algo decisivo para su empresa. En este sentido, el significado de la palabra activo debe aclararse de inmediato. Pesca entre las definiciones que circulan por la red, podemos decir que:

 un activo es un activo que puede ser propiedad de o controlado por una empresa con el fin de obtener una ganancia o ventaja en el futuro.

Si la actividad es la gestión de un perfil social, el activo se transforma en el conjunto de operaciones relacionadas con la administración y crecimiento de una página de empresa con miras al ROI, es decir, el retorno de la inversión. Planteado así, la pregunta más sencilla de entender y evaluar. De hecho, el primer movimiento con el que lidiar será el de desnatar. Un negocio y una pyme en particular no puede pensar en gestionar más de tres o cuatro páginas sociales con vistas al ROI. Es una apuesta que en la gran mayoría de los casos no lleva a ninguna parte. De hecho, a veces puede mostrar la falta de preparación de la propia empresa, que en un intento de actualizar demasiadas páginas termina bloqueando por completo, posponiendo sin cesar la publicación del fatídico post. Por lo tanto, es mejor planificar bien sus elecciones, con una visión crítica de lo que son. capacidad real de supervisar una red social a lo largo del tiempo. De nada sirve abrir un canal de YouTube sin recursos para crear videos, como de nada sirve patrocinar la página de Facebook sin producir nada nuevo y original.

Plan editorial y plan de comunicación para redes sociales

Se establece que la selección de redes sociales debe ser un gesto premeditado en base a recursos desplegados a corto y largo plazo, podemos añadir un elemento más de análisis a nuestra imagen: planes editoriales y planes de comunicación. Si es cierto que un social media tiene potencial para convertirse en un activo estratégico y no quedarse en un mero capricho, también lo es que este potencial se materializa en la medida en que sepamos seguir el ritmo de publicación de contenidos y el crecimiento de la base de fans (es decir, de la audiencia de fans, seguidores y suscriptores). No todo el mundo tiene éxito en esta empresa, pero hay mucho en juego: una página de Facebook que atraiga a una audiencia puede llegar generar ventas y clientes potenciales automáticamente, aumentando la facturación y popularidad de una marca SIN invertir un euro en publicidad. ¿Imposible?

De nada. ¿Difícil? Seguramente. De hecho, no debemos pensar que tener una página de Facebook o Instagram o LinkedIn es obligatorio. Lo adecuado, si no obligatorio, es tener un plan editorial y antes aún un plan de comunicación que funcione para esa red social que decidas transformar en un activo. Esto es lo que queremos decir en términos prácticos cuando hablamos de planes.

  • Plan de comunicación

El plan de comunicación involucra todos los niveles de marketing de su empresa, desde el sitio web hasta las redes sociales, desde la publicidad hasta los boletines. Elaborar un plan de comunicación efectivo significa sentarse y escribir mes a mes qué contenido se creará (infografías, ebooks, vídeos, etc.), cuándo saldrá, dónde se transmitirá, etc. Según nuestra experiencia, son muy pocas las empresas que saben montar y llevar a cabo un plan de comunicación de última generación. Pero claro, hay pocas empresas que saben usar bien las redes sociales.

  • plan editorial

El plan editorial se refiere a las herramientas individuales desplegadas. Ya sea un blog, una sección de noticias, una revista o una red social (incluido YouTube), cada herramienta debe seguir un plan editorial de contenido preciso. ¿Qué se publicará el martes? ¿Y el viernes qué? Habitualmente, el plan editorial se renueva mes a mes o de dos meses a dos meses (a diferencia del plan de comunicación, que se planifica semestralmente o incluso anual). El plan editorial se enmarca, por tanto, en el marco más amplio de la comunicación corporativa, que a su vez está ligada a los cambios del mercado ya las nuevas tendencias en curso.

Entonces, ¿qué esperar en los próximos años? ¿Cómo evolucionarán las redes sociales establecidas y emergentes? ¿Qué actitud deben adoptar las empresas con fuerte presencia social? Las respuestas en el próximo capítulo final. ¡Hasta luego!